Nunca dejó de llamarme la atención como aun en las comunidades más perseguidas o que suelen ser más discriminadas los estereotipos suelen aparecer desde dentro de los mismos grupos, como si fuera necesario siempre encontrar razones para separar o para estereotipar a los demás. El mundo gay, lésbico y bisexual no podía ser diferente.

Parece haber una necesidad enfermiza por catalogarse o autodefinirse como activo, pasivo o versátil, como si eso importara. Y la verdad, las cosas que se escuchan o se ven por ahí, a veces dan mucha pena, sobre todo tratándose de una comunidad donde todavía se registran casos de discriminación que llegan a veces a agresiones físicas o verbales, o cosas peores. Viendo cómo actúan y viven mis amigos gay o bisexuales de afuera, que no son pocos, casi podría asegurar que el fenómeno está restringido con exclusividad a Latinoamérica y España. Según parece, ser activo está bien, es de machos, casi una prolongación de la heterosexualidad, todos, o casi todos, dicen ser activos o pretenden serlo, ser pasivo está mal visto, es como de mujercitas, de maricones, algo que no todos reconocen o que otros esconden tras el rol de la versatilidad. Este prejuicio es bastante local, a nadie se le ocurriría entrar en algunos clubes gay de USA o Europa gritando a los 4 vientos que los pasivos son afeminados, por lo menos a nadie que valore su propia vida. Los nuevos estándares de los que están saliendo del closet muestran gente con posiciones económicas bien consolidadas, guapos, viriles y vestidos con lo último de los mejores diseñadores italianos, así que ese estereotipo del pasivo afeminado quedó para los hispanoparlantes, donde no todos los que salen del closet disponen de los recursos económicos para independizarse de la opinión de los demás, guste o no, se reconozca o no, lo opinión de los demás si importa, por eso hay toda una ingeniería del discurso, normas y formas que regulan lo que se dice y se hace en los chats y foros de la comunidad gay. Por otro lado, la bisexualidad no siempre encuentra la mayor de las comprensiones, se la considera como un grupo gay no asumido y no comprometido con las “luchas” de las organizaciones que se consideran puramente gay. El estereotipo con que antes toda la sociedad estigmatizaba a los gay, como afeminados o amanerados ha cambiado, ahora muchos entienden o saben que un hombre bien macho, puede ser gay, pero como siempre es necesario tener a alguien a quien estigmatizar y torturar, ese rol parecen cumplirlo ahora los pasivos. Por otro lado, y como era de esperar, la negación del problema es también un problema en sí, difícil será terminar con la discriminación o con la homofobia cuando dentro del mismo ambiente esté creándose nuevas fobias. Eso incluye la creciente separación que noto entre los chicos bien, y los “otros”, los que se gastan todo en ropa, joyería, autos y viajes y los que tienen que juntar dinero todo el año para irse de vacaciones a algún lado, lo peor de todo, es que un grupo parece ni siquiera está consciente de la existencia del otro, no se mezclan, como agua y aceite ¿Entonces?

Entonces que cada cual sea lo que quiere ser, o que se respete sus tiempos y entornos sociales para decidir si es buena idea o no declararse como gay, lesbiana o versátil, uno no vive la vida de otros, y en general la propia suele ser lo bastante complicada como para ponerse la mochila de los demás. Por otro lado, ¿porque tantas críticas hacia los pasivos? ¿Habría activos sin pasivos? Seguramente no, así que basta de estupidez y hay que vivir, y dejar vivir a los demás. No deseo ni remotamente tratar de dar las magníficas cátedras que se dan en otros blogs bien reconocidos de osos amigos míos de Rosario, solo escribo mi opinión, lo que noto, lo que detecto, en mis vuelos apenas rasantes al ambiente nocturno de la ciudad. Ya de por si los contactos son efímeros, con salidas que no producen nada donde cada cual trata de venderse como un producto de Sprayette, diciendo todo lo lindo que tiene y ocultando todos los miedos, o negando su existencia, donde las pocas veces que se llega a una relación dura lo que una ilusión, llenas de caricias, mails, llamadas, regalos y promesas, que duran tanto como las ilusiones que se vendieron al principio. ¿Por qué será? ¿Porque solo se ve un pedazo de carne cuando se conoce a otro? Por suerte soy casi vegetariano, así que también veo humanos, les recomiendo hacerlo, puede que encuentren buenos amigos, y hasta una pareja. Pero mientras la obsesión se encontrar la imperfección, la falla, lo distinto, nadan funcionará. Parece que siempre necesitamos segregar, siempre precisamos estigmatizar, es parte de nuestra naturaleza, y nadie esta ajeno a eso, todos somos humanos. ¿ O quizás no ?